El 5 de noviembre de 1989 naci en la clínica del Rosario, aunque mi papa esperaba a un niño. Me llamo LILIANA CAROLINA RAMIREZ ALVARADO. Al transcurrir el tiempo fui creciendo, empezaba mi gran desafío por la imaginación y los programas de televisión: mi primer aventura fue en el mundo de las “bananas en pijama” como no recordar esos muñequitos en pijama que iban de mi mano a todos lados siempre cantando sin razón de ser, por todo lo hacían, hasta cuando íbamos al baño; era algo raro pero me gustaban, me divertía mucho con ellos; hicimos muchas travesuras juntos, siempre terminábamos regañados pero no nos importaba, porque siempre teníamos en mente una nueva maldad; esos días eran tan agotadores que mi mama siempre me mandaba a dormir temprano para que descansara y al otro día pudiera tener mas diversión. Pero una mañana sucedió algo inexplicable, cuando desperté salí corriendo a divertirme y cuando abrí la puerta todo estaba raro ya no era igual, estaba en un mundo diferente, de pronto apareció un niño sucio, descalzo y con la ropa rota y me pregunto como me llamaba le dije Carolina; luego le pregunte el nombre y me dijo que se llamaba disque “Tom Sawyer” no sabia quien era en realidad estaba asustada; sin pensarlo ese muchachito me agarro la mano y se echo a correr yo solo gritaba para que me soltara pero no lo hizo, cuando logre soltármele le grite y le pregunte porque lo había hecho y respondió: yo solo quiero que veas algo increíble, me calme un poco y fui tras el, me mostro todo su pueblo, un lugar realmente fantástico con casas antiguas, jardines, escuelas, y lo mejor de todo el rio, donde se podía apreciar lo vello de la naturaleza, y fue hay donde me confeso su gran secreto, que su anhelo era ser un gran pirata mejor que barba negra, no niego que al principio me dio un poco de risa pero después me pareció súper genial. Luego de esto Tom me dijo que me iba a presentar a alguien muy especial, nos dirigimos hacia el bosque y llegamos a una casa del árbol todo rota y destruida; de un solo salto quedo enfrente de mí un niño mal oliente y de poca educación, que pretendía que yo lo diera la mano, después de haberse limpiado la nariz con sus dedos; fue ahí cuando Tom me dijo que me presentaba a su mejor amigo llamado “Huckleberry Finn” y esa casa vieja y sucia era su hogar, quede sorprendida de la forma de vivir de ese niño. Luego de esto me invitaron a pescar pero me sentí muy madura para esos jueguitos de niños; les dije que estaba agotada, que quería descansar un rato me acosté encima de un árbol, cerré los ojos un momento, cuando los volví a abrir había pasado de nuevo; ahora estaba en un mundo mas moderno, lleno de colores y flores; empecé a caminar y solo veía jovencitas muy bonitas y a la moda; de un momento a otro todo el mundo empezó a correr y a gritar, me asuste mucho, de repente apareció una momia gigante que tenia aterrorizada a toda la ciudad; todo parecía que estaba perdido, yo no sabia que hacer empecé a llorar y a llamar a mi mama, me sentía en peligro, cuando menos lo imagine apareció una joven rubia y muy bonita que me tomo de la mano y dijo que me protegería; le pregunte quien era y me respondió soy “sailor moon”; no te preocupes que estoy para ayudarte. De un solo empujón de la momia solo quedaron sus vendas; en mi pensamiento dije que niña tan valiente quiero ser como ella, cerré los ojos un momento y me imagine convirtiéndome bajo la luz de la luna para salvar al mundo de los “malos” pero esto nunca paso. Después de esto desperté y estaba completamente bañada en sudor, me di cuenta que todo esto había sido un sueño.
Me levante y me fui a bañar y mientras estaba en la ducha me acorde que estaba cumpliendo mis 10 años; que todo lo que había soñado era lo vivido en mi niñez, cuando baje a desayunar vi en la mesa un gran banquete, por cierto muy pero muy delicioso, y lo mejor de todo había sido preparado por mis amiguitos tom, las bananas y sailor moon, quede realmente sorprendida pero muy agradecida.
Empezaba otra etapa en mi vida una de pre-juventud y amoríos. Entre en un nuevo mundo el de Bart Simpson; aquel jovencito que me enseño a serle maldades a mis hermanos, con el que me escapaba a jugar y no le decía nada a mis papas, el que me presento al primer niño que me gusto; obviamente mi mama tomo cartas en el asunto y me prohibió volverme ajuntar con mi amigo Bart, pero lo que ella no sabia era que yo estaba en la peor etapa, la de “rebeldía” y que cuando cumpliera 15 años vendrían peores amigos que mi querido Bart: como Roberta Pardo y Mía Colucci. Robertica como siempre tratando de hacer el papel de mala para impresionar a Dieguito Bustamante, y el siempre estaba en su cuento de la música no le ponía cuidado, pobre de mi Roberta cuantas veces fui su paño de lagrimas; por otro lado estaba Mía siempre pendiente, de su ropa, de la moda y de mantener súper linda para impresionar a todos los niños del cole, siempre lo lograba, pero fue muy difícil tener a el que en realidad le gustaba Miguel Arango, el niño lindo de el elite way school, el estudioso, el que quería destruir la logia a como fuera lugar, el que se preocupaba por los demás, muchas veces me ayudo y se preocupo por mi, por eso en ese tiempo era mi amor platónico; el sabe que nunca lo voy a olvidar y a los otros también.
Esta fue mi etapa de niñez y de juventud, siempre acompañada de los que me querían, mis papas, hermanos, mis amigos del cole, y muchos mas, que siempre estarán en mi corazón.
Ahora toda esta fantasía de la niñez queda atrás, estoy en la universidad y tengo que empezar a soñar de nuevo, claro de una manera mas adulta pero siempre con el niño que todos llevamos adentro.
Me levante y me fui a bañar y mientras estaba en la ducha me acorde que estaba cumpliendo mis 10 años; que todo lo que había soñado era lo vivido en mi niñez, cuando baje a desayunar vi en la mesa un gran banquete, por cierto muy pero muy delicioso, y lo mejor de todo había sido preparado por mis amiguitos tom, las bananas y sailor moon, quede realmente sorprendida pero muy agradecida.
Empezaba otra etapa en mi vida una de pre-juventud y amoríos. Entre en un nuevo mundo el de Bart Simpson; aquel jovencito que me enseño a serle maldades a mis hermanos, con el que me escapaba a jugar y no le decía nada a mis papas, el que me presento al primer niño que me gusto; obviamente mi mama tomo cartas en el asunto y me prohibió volverme ajuntar con mi amigo Bart, pero lo que ella no sabia era que yo estaba en la peor etapa, la de “rebeldía” y que cuando cumpliera 15 años vendrían peores amigos que mi querido Bart: como Roberta Pardo y Mía Colucci. Robertica como siempre tratando de hacer el papel de mala para impresionar a Dieguito Bustamante, y el siempre estaba en su cuento de la música no le ponía cuidado, pobre de mi Roberta cuantas veces fui su paño de lagrimas; por otro lado estaba Mía siempre pendiente, de su ropa, de la moda y de mantener súper linda para impresionar a todos los niños del cole, siempre lo lograba, pero fue muy difícil tener a el que en realidad le gustaba Miguel Arango, el niño lindo de el elite way school, el estudioso, el que quería destruir la logia a como fuera lugar, el que se preocupaba por los demás, muchas veces me ayudo y se preocupo por mi, por eso en ese tiempo era mi amor platónico; el sabe que nunca lo voy a olvidar y a los otros también.
Esta fue mi etapa de niñez y de juventud, siempre acompañada de los que me querían, mis papas, hermanos, mis amigos del cole, y muchos mas, que siempre estarán en mi corazón.
Ahora toda esta fantasía de la niñez queda atrás, estoy en la universidad y tengo que empezar a soñar de nuevo, claro de una manera mas adulta pero siempre con el niño que todos llevamos adentro.
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