miércoles, 13 de mayo de 2009

DIARIO DE SUEÑOS 13-04-09


13 de mayo de 2009.


Anoche le toco la oportunidad a la Universidad del Tolima.
Hoy estoy en el restaurante haciendo fila para el almuerzo; el hambre me acosa y hasta hora son las diez de la mañana, decido levantarme y dirigirme hacia un joven que vende galletas, el muchacho esta clavado leyendo un libro, se las pido amablemente, de pronto levanta la cabeza y sonríe, cuando subo mi cabeza hacia la de el ¡valla sorpresa! no es normal tiene cinco ojos, simplemente sonreí y pensé "vaya efectos del hambre", sacudí la cabeza por un momento y lo volví a mirar; todo seguía igual, algo andaba mal. Volví a mi mesa, y todo el tiempo no hacia sino mirar a aquel joven, que con sus cinco ojos grandes y redondos me intimidaba. Por un momento me olvide de el tema; llego la hora de el almuerzo, me levante, cogí la bandeja, y empece a poner platos: el de la sopa, el de la fruta, el jugo, etc. Mire un momento hacia la cocina y al fondo estaba el chef, de espalda, no lo podía ver muy bien; de pronto voltio con una olla, y era un elfo, eso no era todo; se quito el gorro para limpiarse la frente y lo primero que salto a la vista fueron sus largar y grandes orejas, doblaban el tamaño de su cara, definitivamente algo no andaba bien.
Luego de el almuerzo, me dirigí con mis amigos a la biblioteca a dormir; nos acomodamos en el suelo para descansar, de un momento a otro empezó a llover; cada vez era mas fuerte, ahora caía granizo del tamaño de una bola de billar, pero eso no era lo mas sorprendente, "eran de colores": verde, azul, rosado, amarillo, hasta de color negro. Todos estos decorando el azul del cielo y el verde de el pasto. Pasaron 10 minutos y todo se fue calmando, ya era menos fuerte la lluvia, pero quedaban los montones de granizo por todos lados, parecía que acababa de haber una guerra con bolas de pintura; ya se empezaba a ver la preocupación porque nadie sabia quien iba a limpiar, de repente empezaron a bajar del cielo mujeres con grandes alas y muy hermosas, a medida que iban bajando se ponían a limpiar con palas y escobas de oro, en menos de media hora ya estaba todo limpio y reluciente, "era un espectáculo", ¡como arte de magia! algo nunca antes visto.
Quería seguir admirando toda esta belleza, pero desafortunadamente ¡desperté!.


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